Los Andes arrancan en Venezuela y mueren en las frías aguas de la costa patagónica; cuenta con 103 picos de más de 6.000 m. De ellos, 15 superan los 6.500 m, existiendo toda suerte de grados de dificultad, rutas y técnicas de ascenso; pero lo más interesante es el paisaje humano de sus laderas, una riqueza que, por sí misma, justifica el interés por la zona.
Volviendo a los contenidos estrictamente andinistas, no sólo están los picos de más de 6.000 m. Otros cerros “menores” presentan los problemas deportivos más exigentes del Mundo: paredes en Patagonia (Chile y Argentina), corredores en Huayhuash (Perú), aristas en Bolivia, volcanes en Ecuador…. así como otras alternativas más asequibles en cualquier serranía andina. Con ello se quiere remarcar la idea de que Sudamérica, y Ecuador en concreto, da para mucho; que cualquier carrera montañista puede alcanzar los más grandes logros en sus montañas.
Queda fuera de toda duda el atractivo de los Andes. Otras cordilleras europeas muy populares y concurridas contrastan con la relativa tranquilidad de la mayoría de sierras ecuatorianas. Su gente, la lengua castellana compartida, y los paisajes invitan a la aventura en el sentido más tradicional de la palabra.
Ecuador es, junto a Bolivia, el país andino menos frecuentado, aunque en los 25 últimos años se está registrando un interés creciente por sus montañas. Se propone, por tanto, mantener el contacto con la realidad de este país, muy desconocido por la
mayoría de la población de Sevilla, pero muy familiar ya para el club Elbruz.